Qué hacer si mi cachorro es un cachorro!

Un cachorro es un bebé de otra especie. Nuestras creencias y expectativas muchas veces nos impiden ver la realidad que viven los perros al llegar a nuestras casas.

Sin darnos cuenta, les exigimos cosas para las que todavía no están preparados, les confundimos y nosotros nos frustramos. El resultado es que todo se vuelve complicado y confuso.

 

Es habitual que pasemos por alto la importancia de lo que vivió el cachorro antes de llegar  a nuestra casa e incluso cómo vivió su madre el cruce, la gestación, el parto y la crianza. Tomemos conciencia de que el perro no nace el día que nos conoce y tengamos muy presente que tiene una existencia previa que lo confiere tal y como es, que será determinante en su futuro.

 

Su personalidad se irá perfilando en función de su genética, el ambiente que le rodea y muchos otros detalles que debemos tener en cuenta para poder acompañarlo. Para ello, es fundamental que aprendamos qué es un cachorro y qué necesita de verdad, cómo debemos cuidarlo y qué puede y no puede dar en cada momento de su desarrollo.

 

¿Qué puedo enseñar a un cachorro y qué es capaz de aprender?

Para saber qué puedo enseñar a un cachorro y sobre todo, qué puede aprender, es fundamental que sepamos en qué punto de desarrollo se encuentra su cerebro y su cuerpo.

Aunque desde mi punto de vista es demasiado temprano, lo más habitual es que el cachorro llegue a su nueva casa con 2 meses de edad.

 

En este momento de su desarrollo, la parte del cerebro donde recibe las emociones, está más desarrollada que la parte que las gestiona. Es decir, recibe más emociones de lo que es capaz de gestionar, está en un momento muy sensible en el que todo le va a llegar de una forma muy intensa, tanto lo bueno, como lo malo.

En este momento, lo que más necesita el cachorro por nuestra parte, es acompañamiento, comprensión y apoyo. Lo último que debemos hacer es entrar en la exigencia y el control, porque ya sabemos que su cerebro no está preparado para eso. Lo único que lograríamos sería atemorizar al cachorro sin conseguir el control que estamos pretendiendo, generando una gran frustración.

 

El cachorro esta en continuo aprendizaje desde que nace y como acabamos de apuntar, aprende diferentes cosas en función de la etapa de desarrollo en la que se encuentra. Debemos saber qué cosas le corresponde aprender y evitar empeñarnos en que aprendan cosas que, por mucho que insistamos, no van a aprender.

Quién no ha pensado en coger esa bolita suave entre las manos, tan tierna y dulce. Imaginamos unos paseos preciosos, tranquilos y tal vez leer un libro en el parque, con nuestro perro haciéndonos caso y obedeciendo… pero esto no es más que fruto de nuestras expectativas, una fantasía.

 

La realidad es que tu perro es un bebé.

– Visualiza un bebé…..

¿Le exigirías algo?

No, ¿verdad?

Trata de entender lo que es ser un cachorro, busca dentro de ti a ese niño que fuiste, a ese que no quería madrugar, que no quería deberes después del cole y ríete de sus locuras.

 

Acepta tu decisión de querer un cachorro en vez de adoptar un perro adulto y relájate. Diviértete y disfruta, es una etapa que se pasa y no vuelve. Pero siempre siendo conscientes de que los cachorros son mamíferos, no son robots creados para nuestro gusto y disfrute, son seres independientes y como hemos dicho antes, con su pequeña vida ya a cuestas.

 

¿Qué necesita de verdad nuestro cachorro?

A su mamá.

Da igual que venga de un criadero o de una protectora, lo que más necesita es a su madre. También a sus hermanos, pero sobre todo a su madre. Los perros son animales sociales, duermen juntos, juegan.

Su madre le enseña límites pero tiene un umbral de tolerancia a sus trastadas mucho más alto que el nuestro. Lo más habitual es que cuando llega a nuestra casa, les riñamos constantemente porque lo muerde todo, porque hace pis cuando le apetece o nos ladra pidiéndonos cosas que no entendemos (como el llanto de un niño, que no conseguimos descodificar). Nos volvemos locos diciéndole “no” a todo.

 

¿Cómo debemos actuar?

Ponte en el lugar de una madre, una madre que quiere a su bebé tal y como es. Generalmente una madre aguanta sus cosas de cachorro porque es un bebé. Nosotros, muy frecuentemente, actuamos como si fuesen seres racionales que entienden todo lo que les decimos y es más, como si su función en la vida fuese adaptarse a nuestras reglas, porque así lo queremos..

La paciencia es fundamental, no tener prisa en que el cachorro aprenda todo a la primera, los aprendizajes son un proceso.

Lo más importante es que os vayáis conociendo.

….Continuará….